lunes, 21 de enero de 2008
Depresión por falta de luz solar
La depresión por falta de luz solar (trastorno afectivo estacional) es un problema que generalmente ocurre durante los meses en que hay menos luz del sol. No hay forma de curar el problema, pero sí es posible controlarlo. Además, generalmente mejora en la primavera, cuando hay más horas de luz. Algunos de los síntomas principales son: sentirse deprimido, tener menos energía y apetecer ciertos alimentos (tener antojos). Si nota que le dan esos síntomas en el invierno, piense en probar lo siguiente:
Salga al sol lo más posible. Protéjase la piel; lo que importa es que la luz del sol llegue a los ojos.
Vaya de vacaciones a un lugar soleado.
Haga ejercicio con regularidad, ya sea afuera o bajo techo, cerca de una ventana por donde entre el sol.
La terapia de la luz (fototerapia) a veces resulta eficaz para tratar el trastorno afectivo estacional (SAD). Consiste en sentarse, trabajar o leer frente a luces especiales de alta intensidad durante varias horas por día. Los medicamentos y el asesoramiento también pueden resultar útiles.
Causas de la depresión
Herencia: Existe un mayor riesgo de padecer de depresión clínica cuando hay una historia familiar de la enfermedad, lo que indica que se puede haber heredado una predisposición biológica.
Este riesgo es algo mayor para las personas con trastorno bipolar. Sin embargo, no todas las personas que tienen una historia familiar tendrán la enfermedad.
Además, la depresión grave también puede ocurrir en personas que no tienen ninguna historia familiar de la enfermedad.
Esto sugiere que hay factores adicionales que pueden causar la depresión, ya sean factores bioquímicos, o ambientales que producen estrés, y otros factores psicosociales.
Factores Bioquímicos: Se ha demostrado que la bioquímica del cerebro juega un papel significativo en los trastornos depresivos.
Se sabe, por ejemplo, que las personas con depresión grave típicamente tienen desequilibrios de ciertas substancias químicas en el cerebro, conocidas como neurotransmisores.
Además, los patrones de sueño, que se ven afectados por la bioquímica del organismo, son generalmente diferentes en las personas que tienen trastornos depresivos. La depresión puede ser inducida o aliviada con ciertos medicamentos, y algunas hormonas pueden alterar los estados de ánimo.
Lo que aún no se sabe es si el “desequilibrio bioquímico” de la depresión tienen un origen genético o es producido por estrés, por un trauma, o por una enfermedad física u otra condición ambiental.
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