TRIBUNA ESTUDIANTIL

El Legado de la Ignorancia
Por: Sarah K. Davis

La ignorancia tiene muchas caras feas. Cuando yo planifiqué mi viaje a Guatemala hace un año, ignoraba la historia y la política de este país. No tenía ninguna idea de lo que encontraría aquí antes de mi llegada. Me preparé como sabía: leí un libro sobre la historia, compré una guía, leí un poco en Internet e intenté hablar con algunos de mis amigos que habían viajado a Guatemala, pero no tenía mucha suerte con eso. Desafortunadamente, la mayoría de la información sobre Guatemala es negativa; consiste de hechos violentos y el peligro que implica viajar a este país Creo que la prensa internacional no conoce una realidad interna; como la cultura, la historia, etc., y por lo tanto brinda una información distorsionada a los extranjeros para así evitar el viaje. Y, es una gran lastima.
Esa es la primera cara de la ignorancia, cuando por primera ocasión, das un vistazo a una situación resulta que lo informado es incoherente con la realidad, en cambio el deseo de saber mas, y un fallo que no considera la historia o la cultura detrás de la situación. Mientras estuve estudiando en la escuela INEPAS, leí las observaciones de un cronista español llamado Bernal Díaz del Castillo que tenía sobre la vida de los Mayas y consideraba como satánico todas estas practicas religiosas de la cultura encontrada. Eso obviamente fue contrario a la visión que el tenía del mundo y que hoy en día aún prevalece. Hay muchas cosas en el mundo que yo no comprendo, pero yo sé que es inútil que haga las críticas cuando yo no comprendo algo. Unos días después de leer las observaciones, tuve el privilegio de mirar una ceremonia maya en San Francisco el Alto. Tomé una decisión consciente de verla, con la esperanza de reducir mi ignorancia, distinta a Díaz del Castillo.
Mientras miraba la ceremonia, no tenía las opiniones sobre que estaba viendo, pero tenía muchos pensamientos. No comprendí que estuve viendo, pero eso sólo me hizo más curiosa, en vez de creer las suposiciones negativas de la ceremonia. Entonces, estuve pensando: ¿por qué hay personas en el mundo que siguen aceptando información irreal de lo desconocido y que otras personas le tienen tanto miedo y piensan que es necesario destruirlo? Seguí pensando que Díaz del Castillo no podía pensar más allá de sus reacciones iniciales. Me imagino que él se sintió horrorizado, confundido y asustado. Quizá quiso proteger su ego y su visión limitada y aprovecho la oportunidad para desprestigiar la cultura y la ceremonia. La ignorancia se multiplica con este tipo de inseguridad y temor, aquellas reacciones fueron los catalizadores que empezaron la historia de la población nativa que aún vive en Guatemala.
Es asombroso lo que la ignorancia puede realizar y lo que ha realizado. No puedo comprender las acciones de los invasores de América del norte, sur y central. No puedo comprender las acciones de los invasores que eran el resultado de las observaciones de los hombres como Díaz del Castillo. Siglos después, el legado de las ignorancias del pasado y presente han impregnado todos los aspectos de la vida moderna. Puedo ver fácilmente las diferencias entre Guatemala y mis propios países de Canadá y los Estados Unidos (tengo doble nacionalidad). Sin embargo, no hago las criticas que se basan de lo que yo veo aquí en el año 2007, si hiciera las criticas sobre la situación social, económica y política de este país y a la vez no sabiendo y conociendo la historia trágica de esta nación maravillosa, sería la peor ignorante como ser humano.
Creo que el remedio para poner fin al problema de la ignorancia de cualquier sociedad es una educación dialéctica y a la vez informarse. Pero, ¿Qué pasa cuando el sistema de educación es controlado por las personas ignorantes? El círculo de ignorancia continúa porque ellos tienen el poder, no saben que son ignorantes —otra cara de la ignorancia—. Y yo también soy ignorante de una respuesta viable a esa pregunta. Sólo puedo esperar que cuando otras personas estén experimentando con una cultura nueva, una comida extraña, una ceremonia de una religión diferente y que a cambio de desprestigiarla, porqué no tener una reacción de comprensión y curiosidad y a la vez informarse sobre lo que han visto, entonces yo haré lo mismo.