TEMA CENTRAL

Vuelta ciclística, vitrina de nuestras miserias

J. Rodolfo Custodio G.
Redacción de revista POLEMICA XELA

El pueblo de Guatemala es sencillo y se conforma con tener trabajo, alimento para la familia y un poco de diversión, preferiblemente si ésta no es pagada, porque el presupuesto ya no da más.
La vuelta ciclística a Guatemala (que no cubre todo el país), es un acontecimiento que emociona a las masas y por apenas unos segundos en que pasa la caravana de deportistas, la gente se pasa horas esperándola en las carreteras y en las calles de las ciudades y pueblos.
Es una muy buena diversión y es un deporte excitante y eficaz, porque es personal y muy fuerte.
Todo iría muy bien y el pueblo tiene derecho a disfrutar este acontecimiento anual, pero -y aquí está el pero- casi siempre se realiza entre tormentas tropicales o con las secuelas que dejan estas.
En anteriores comentarios nos hemos preguntado ¿Porqué tiene qué ser en octubre que es el mes más lluvioso? ¿Porqué no se programa para marzo o abril, cuando las condiciones climatológicas son excelentes?
Este deporte es muy querido, quizás porque las autoridades deportivas no le dan el apoyo necesario y se practica por la buena voluntad y la vergüenza deportiva de los atletas jóvenes que simplemente desean demostrar sus calidades, su fuerza y su patriotismo, porque defienden su cuarteta a costa de lo que sea. ¡Ese es el verdadero deporte!
Lo dramático de la situación, es que Guatemala está pasando por una de las perores crísis que le ha tocado vivir en su historia, aunada a una descomposición social que llega a límites inimaginables, como el caso de un señor que tomó de rehenes a varias personas en un edificio de la capital, amenazándolos con hacer explotar una bomba, porque estaba sufriendo una depresión espantosa, causada por la acumulación de deudas añadida a problemas sentimentales con su cónyuge.

El caso de Coatepeque, estallando en una revuelta en la que se confundían los vendedores callejeros con las maras y que provocaron daños a su propia municipio, incluyendo el edificio municipal, no es para mostrarse a los extranjeros.
Comercio de personas incluyendo niños, maras que tienen a la población alarmada, toma de carreteras a cada momento y, para ajuste de males, la red vial hecha pedazos, sin esperanza que sea reparada de aquí a que empiece la vuelta ciclística.
Ese es el mayor problema y viene a colación lo que apuntamos en el inicio ¿Porqué se hace esta competencia en octubre, después de los peores temporales que han azotado al país todos los años?
No cabe duda que la vuelta ciclística deja muchos millones a varias personas y empresas, incluyendo las cadenas poderosas de la radio y la televisión, así como a la prensa escrita que aumenta su volúmen de venta por las crónicas diarias.
Pero, como suele ocurrir en países como el nuestro, el beneficio siempre es para los ricos, mientras que los pobres simplemente muestran su miseria y las pésimas condiciones en que vivimos. Pan y circo, dijo Nerón.