sábado, 11 de abril de 2020
Un corazón de buena voluntad
Harry Thomas Danvers *
CAPÍTULO XXXV ÉXODO... 4.Y Moisés habló a toda la congregación de
los hijos de Israel diciendo... 5.Lleva entre ustedes una ofenda para el Señor,
quien sea de buena voluntad...
Moisés estaba pidiendo ayuda para construir el primer
templo en el desierto y no tenía que pedir dos veces, porque todo el
pueblo concedió con mucho gusto. Tal vez no era solo para tener un lugar
para rezar, sino edificar algo en la tierra para reflejar su compromiso con el
Creador más allá del cielo.
El pueblo de Israel
había recibido la ley de los Mandamientos. Habían visto los milagros
y siguieron recibiendo regalos del Señor. Es decir que estaban viviendo
espiritualmente una existencia irreal.
Miles de años han pasado desde aquel tiempo y el ser humano
se ha construido ciudades y civilizaciones desde Babilonia hasta Nueva
York, pero estamos muy lejos de esa sensación de este poder divino,
conocido por esa gente liberada de la esclavitud de Egipto.
En otras palabras hemos perdido la
espiritualidad que tuvimos antes. Esencialmente no creemos en nada,
hasta que cae una inesperada catástrofe como ahora. ¿Qué hacemos?
Tenemos que considerar.
Ya sabemos lo que tenemos que hacer individualmente para sanar
esta plaga moderna y si se hace con un corazón de buena voluntad, todo va
a salir bien...Amen.
*Las opiniones del presente artículo
son responsabilidad de su autor.
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