martes, 20 de agosto de 2019
Solemne discurso
pronunció el
Presidente de Juegos Florales
Presidente de Juegos Florales
En trascendental acto realizado en el Salón de
Honor del Palacio Municipal el jueves 15 de agosto al medio día, el Periodista
Julio Rodolfo Custodio García, Presidente de la Comisión Permanente de Juegos
Florales Hispanoamericanos, resaltó la importancia del acto, a través del
discurso que reproducimos a continuación:
“Dijo el filósofo George Santayana,
que “La tierra tiene música para los que
escuchan” y si tomamos el concepto de tierra como el planeta en el que convivimos
millones de seres humanos, podemos asegurar que, por grupos y sociedades,
siempre existirá un motivo para tener música en nuestro espíritu… y hoy es uno de esos días en que una sinfonía
se escucha por todos los rincones de la antañona Xelajú.
Música
que se abriga entre los diez cerros de nuestra tierra amada, hogar de los
Juegos Florales Hispanoamericanos, porque tres nuevos nombres se agregan a la
pétrea memoria de la poesía, la novela y el Cuento, memoria esculpida viendo
hacia el sur, en las canteras venerables de La Pedrera y el Cerro Quemado” que
le han dado forma a nuestros edificios y nos han protegido de los vientos
furiosos y de los relámpagos de muerte.
Canteras
centenarias de nuestra Xelajú amada, donde la mano invisible de la poesía toma un
cincel de oro y empieza a escribir los nombres de los triunfadores en el
certamen 2019.
El
laureado poeta David Escobar Galindo, segundo Maestre en la Gaya Ciencia, dice
en su poema “Canción para el álbum Perséfone”, triunfador en 1981, lo
siguiente: “Inacabable mar es nuestra
vida
Si
en ella navegamos
Entre
bosques de lama donde el íntimo braceo
Es
anticipación de araña nebulosa,
Respirando
de pronto las músicas fosfóreas,
Cavando
luz en el profundo ayer.”
Aquellos
versos que abrían el inacabable mar de nuestra vida, vuelve a tomar fuerza este
día en que la Comisión Permanente de Juegos Florales Hispanoamericanos, cumple
con la Patria y con la literatura hispanoamericana, entregando este
inconmensurable tesoro que ha pasado por nuestras manos como la estrella
gloriosa de Barba Jacob, fugaz, sí, pero permanente en el tiempo y el espacio.
Sí… ha pasado por nuestras manos “respirando de
pronto las músicas fosfóreas” de Escobar Galindo… y así como hoy, durante muchos años atrás,
la Comisión Permanente ha tenido el privilegio de acariciar, como primicia,
antes que otros las conozcan, las nuevas obras literarias que van a eternizarse
en la gloriosa velada del 12 de septiembre, en nuestro Teatro Municipal, tan
añejo y respetable como la letra de las nuevas obras que es la sucesión
creativa de muchos que figuran en aquellas placas marmóreas que se encuentran
en su antecámara.
En
mi calidad de presidente y en nombre de todos los miembros de la Comisión
Permanente, compañeros de luchas y desvelos que trabajamos por el amor que le
profesamos a Quetzaltenango, puedo decir al mundo literario que nuestra tarea
de 2019 está cumplida en su primera parte, quedando la premiación y la
coronación de nuestra Reina, como la joya que empieza a descubrirse y que queda
al desnudo, con su belleza fúlgida, en
el Conversatorio del 13 de septiembre.
Damos
las gracias al digno señor Alcalde Municipal, porque durante su gestión nos
proporcionó los medios necesarios para desarrollar nuestro trabajo… al honorable Concejo Municipal y,
particularmente, al licenciado Fredy Hastedt, porque, tomando conciencia de su
calidad de Junta Mantenedora del certamen, supieron darle el curso histórico en
su cuatrienio… a los Jurados
calificadores y a todos los que intervienen en esta diligencia de las letras y
a los escritores en general, razón de nuestro esfuerzo y nuestra entrega.
La
tierra quetzalteca tiene música y sus acordes resuenan en este Salón de la
dignidad y el valor quetzalteco, en una etapa más de su digna historia.
Muchas
gracias.”
El periodista Julio Rodolfo Custodio García (de pie) junto al alcalde municipal Luis Grijalva, cuando se les comunicaba a los triunfadores vía telefónica, el triunfo obtenido en el Certamen de Juegos Florales Hispanoamericanos de Quetzaltenango
viernes, 9 de agosto de 2019
LIBRES PENSADORES
LIBRES PENSADORES
Harry´s
corner
CUBA DESPUÉS DE
FIDEL
Por:
Harry Thomas Danvers *
¡Yo soy Fidel ¡Yo soy
Fidel! Yo soy Fidel...gritaron los jóvenes después de la muerte del
máximo dirigente revolucionario de la Cuba, y quizás el mundo entero, porque
desafió el Imperio Yanqui, algunas kilómetros al norte de la isla.
Yo fui joven cuando Fidel bajó
de las montañas de la Sierra Madre para sacar al tirante Bautista del poder y
hacer una Cuba nueva.
Yo uso el termino Tirante, el
nombre antiguo, de lo que hoy se llama Dictador, pero en realidad es la misma cosa.
Paradójicamente, Fidel sacó uno y se convirtió en otro, aunque sus finales eran
diferentes.
Por ejemplo Bautista quería
controlar todos los ingresos a su favor. Los ingresos principales eran de los
juegos de azar. Fidel cerró estas casas de lujo y entregó el dinero al pueblo. Él
se llamó Socialista, pero el gobierno de los EE UU lo acusó de ser comunista. Él
lo negó, hasta que apretó la mano de la Unión Soviética. Entonces fue nombrado
el criminal número uno de los gringos. Ellos intentaron matarlo pero no
pudieron y su ideología siguió para las siguientes décadas.
Cuando murió la Unión Soviética, no
habían más países comunistas, aparte de cuba y Korea del Norte. Sin embargo los
dos países son distintos. Los cubanos no son Orientales y los coreanos no saben
bailar salsa. A la vez los dos países son... ¿comunistas? ¿socialistas? La terminología puede ser igual,
pero vamos a investigar los logros de Fidel.
Tiene una alfabetización muy
alta en los países de América Latina, y el campo de la medicina también es bien
calificado. No existen extremos entre los pobres y los ricos. La delincuencia y
los homicidios casi no existen y la vejez es prolongada. Estos son logros
positivos, pero existen fallas.
Por ejemplo; no hay Derechos Humanos,
ni libertad de protesta. No hay votación popular y existe control del internet.
Desde lejos, para los países democráticos, esto es un gran pecado, pero de
alguna manera u otra, funciona en Cuba. ¿Que se puede hacer?
¿Qué tal si se trata de aplicar
los tres "ismos" a la vez en el mismo lugar? ¡Imposible! dice
usted. Tal vez no, si tomas en cuenta el
pequeño país de Israel. Ellos tienen el Socialismo, Comunismo y Capitalismo.
Todos tienen acceso a cobertura de salud, educación, comida y lugar de
hospedarse. El Comunismos se llama Kibbutz, donde no hay dinero y todos los
bienes están en común. A la vez la economía Israelí está a la par de los grandes
países del mundo. Pero Israel no es Cuba, me van a decir, mientras yo digo: ¿por qué no? Son casi del mismo tamaño y Cuba
tiene dos de los "ismos" entonces solo falta el Capitalismo. Esto se
puede lograr si los EE UU levantan el embargo que implementaron desde
hace años. Esta idea puede facilitar un ejemplo para toda América Latina, y quizás
el mundo entero, y "¡ Yo soy Fidel !" tendrá otro significativo.
·
El contenido del presente artículo es
responsabilidad de su autor.
jueves, 1 de agosto de 2019
Crónicas históricas de Oscar Soto
Del Sexto Estado de Los Altos de la Federación Centro Americana
El mito del libro
“Invención criolla,
sueño ladino, pesadilla indígena”
de Arturo Taracena A.
Oscar Soto
Este
título parece muy sugestivo, quizá con fines de mercadotecnia y publicidad,
para llamar la atención de los lectores, en especial cuando existe una especie
de boom con todo lo relacionado con los temas indígenas de Guatemala, pero que
en el fondo se pueden apreciar algunas inconsistencias, que bien vale la pena
hacer resaltar en aras de un conocimiento más real de este hecho histórico, que
es poco tratado en nuestro medio, pese a tener una especial relevancia a nivel
de Centro América.
Lo
que expongo en este escrito, no es un análisis completo del libro en mención,
que por cierto tiene una gran cantidad de elementos históricos y genealógicos
de suma importancia, pero en cuanto al título y enfoque que presenta hay mucho
que decir, debido a su volumen no pretendo profundizar en todo, se necesitaran
muchas páginas y tiempo para tratar cada uno de los aspectos ahí planteados,
trabajo que dejo para otra ocasión, por ahora solo me centro en el título de
este libro, esbozando mi planteamiento en los tres aspectos que se destacan en
la obra: criollos, ladinos e indígenas.
I.
Invención criolla:
En
este primer aspecto, parece subyacer un sentimiento de pretender hacer creer
que El Estado de los Altos, fue producto de algo que se sacaron los criollos de
la manga de la camisa, al estilo de los magos o ilusionistas, cuando en
realidad la idea de los Estados Federados puede que se haya copiado en
Centroamérica después de la independencia de 1821, de la Constitución de los
Estados Unidos de América de 1787, que en su artículo cuarto, tercera sección,
inciso uno dice:
Tercera
Sección
1.
El Congreso podrá admitir nuevos Estados a la Unión, pero ningún nuevo Estado
podrá formarse o erigirse dentro de los limites de otro Estado, ni un Estado
constituirse mediante la reunión de dos o más Estados o partes de Estados, sin
el consentimiento de las legislaturas de los Estados en cuestión, así como del
Congreso
Partiendo
de esta sección de la constitución norteamericana, veamos lo que se encuentra
estipulado en la Constitución de la República Federal de Centro América de
1835, que permitía legalmente crear nuevos Estados dentro de la Federación
centroamericana, el texto en mención es el siguiente:
Artículo
190. Podrán formarse en lo sucesivo nuevos Estados y admitirse otros en la
federación.
Artículo
191. No podrá formarse nuevos Estados en lo interior de otro Estado, tampoco
podrá formarse por la unión de dos o más Estados o parte de ellos, si no
estuvieren en contacto, y sin el consentimiento de las legislaturas
respectivas.
Además
se contemplaban otra serie de requisitos para la conformación legal de nuevos
Estados, requisitos que fueron llenados en todos sus puntos y más de parte de
los departamentos de Quetzaltenango, Totonicapán y Sololá, todo esto llevó un
proceso, no fue algo que surgiera de un día para otro producto de una noche
bohemia de los criollos, ya en 1824 se daba cuenta de haber completado lo que
exigía la ley, y fue hasta 1838 que se logró su definitiva legalización.
Con
esto queda demostrado que la creación de nuevos Estados en la Federación
Centroamericana, no fue una invención criolla, sino producto de leyes vigentes
durante esa época, además la modalidad de los Estados Federados no se puede
considerar como algo que nació producto de ideólogos criollos, sino que ellos
copiaron este modelo del norteamericano.
II
Sueño ladino:
Dentro
de los términos sociológicos y antropológicos, se trata de evitar
denominaciones peyorativas, puesto que por ejemplo llamar indios a los
indígenas, puede ser motivo para seguir un proceso judicial por discriminación,
de igual manera se debe evitar el término ladino, pues su significado se
refiere a sinónimo de delincuente, en tal caso para hacer referencia a esta
etnia, se debe denominar mestizo, para no herir susceptibilidades.
Hecho
este preámbulo de terminologías, los mestizos de esa época no gozaban de un
poder hegemónico, como los criollos, al querer pretender rivalizar o asumir el
control y poder que ellos tenían, sería necesario pensar en una especie de
revolución, la cual no se vio por ninguna parte, ni antes, ni durante el tiempo
que tuvo de vida El Estado de Los Altos.
El pretender
que sólo los mestizos soñaban con un nuevo Estado, es quedarnos cortos, en esto
considero que hubo varios sectores que soñaron con mejoras, tanto a nivel
individual como social, soñó el criollo, el mestizo y el indígena, cada quien
vislumbraba una posibilidad de mejorar, aunque se quiera negar por completo la
inclusión del indígena, en esta nueva propuesta se ven algunas luces, no sólo
como un medio de explotación, no hay que olvidar que en la región de los Altos
existieron indígenas con poder económico, que fue pasando de generación a
generación, prueba de ello aún en la actualidad producto de herencias, existe
cierta clase de esta etnia que cuenta con tierras y dinero, ellos después de la
independencia puede ser que soñaran con ocupar cargos públicos dentro del nuevo
orden político y social y qué mejor oportunidad que dentro de un nuevo Estado,
que por tener inclinación liberar podía en algún momento darles un espacio en
el gobierno naciente.
A
las mestizos más que soñar con el control del poder, quedaba el unirse a los
otros sectores en busca de más adelante lograr beneficios, una mejor educación
y como es natural pensar en ocupar cargos públicos, para pasar a ser parte de
la burguesía de la época y compartir el poder, para esa época ya no era tan
remoto una unión entre criollos y mestizos, pero no como resultado de la
creación de un nuevo Estado, sino como consecuencia lógica de todo ciudadano
que busca mejorar su vida en los aspectos económicos, sociales y culturales.
El
querer subir peldaños en una sociedad de clases, se da y se ha dado en todo el
proceso histórico de la humanidad, con ello el derecho de soñar, al igual que
soñaban los criollos con quitar el poder a los peninsulares, o el de los
indígenas por recuperar el poder que un día tuvieron sobre los diferentes
territorios donde habitaron sus ancestros.
El
pensar que todo el territorio que aún tenían los indígenas iba a pasar a poder
de los mestizos, era como creer en el cuento de la Caperucita, los criollos
bajo ningún pretexto iban a permitir que esto sucediera, además durante los
años del Estado de Los Altos no se registran enfrentamientos entre criollos y
mestizos por apropiarse de los bienes de los indígenas, o que se mencione algún
acuerdo a este respecto de estos dos grupos que formaban lo que se puede
denominar burguesía de los Altos.
No
es del todo desconocido que los mestizos venían ganando cada vez más terreno,
producto de las posibilidades de estudio, el involucramiento en actividades
económicas y públicas, agregando a esto la unión de familias criollas y
mestizas, que fueron formando una nueva clase social.
Además
durante esta época, soñó Rafael Carrera con tomar el poder de Guatemala y
vengarse del General Agustín Guzmán, sueño que si logró en parte, otro soñador
en esto fue el cónsul británico que pretendía hacer de Centro América una
colonia británica, cosa que no logró, gracias en parte a la oposición que a
ello demostraron los Estados de Los Altos y El Salvador. Por lo tanto el sueño
no fue sólo de una parte de los estratos sociales existentes.
III
Pesadilla indígena.
En
este apartado quiero iniciarlos con dos preguntas, que considero claves para
entender esta parte del título del libro que ahora me ocupa: ¿Será que los
indígenas vivían en un paraíso antes del Estado de Los Altos?, con la
desaparición forzada del Estado de Los Altos, ¿los indígenas recobraron el
paraíso perdido?
Más
que una realidad, esto me parece como una mala propaganda, además con un
marcado acento de crear un sentimiento de mártires hacia el indígena. Antes,
durante y después del Estado de Los Altos, la situación no tuvo mayores
cambios, de ser pesadilla hubieran quedado testimonios de torturas, de
masacres, genocidios y no sé que más formas grotescas para someter a esta parte
del conglomerado social en Los Altos.
Por
ejemplo en la Ciudad de Quetzaltenango que fue la segunda capital del Estado de
Los Altos, no existen registro de revueltas indígenas contra el nuevo Estado y,
hay que agregar que la fuerza militar que allí existía estaba en fase de formación,
cabe recordar que entre los primeros esfuerzos que se hicieron para implementar
el ejército, se acordó la compra de mil rifles a la Corona Inglesa, rifles que
nunca llegaron, pese a que ya se habían pagado, el Cónsul Británico Federico
Chatfield confabuló junto a Rafael Carrera para que ese armamento no llegara a
Quetzaltenango y se lo dio a Carrera para que invadiera el Estado de Los Altos.
El
papel del indígena en el Estado de Los Altos no pasó desapercibido, ya desde su
inicio en el Te Deum que se desarrolló en la iglesia de Totonicapán, para
agradecer a Dios por la creación del Estado de Los Altos, se hizo ver la
importancia de los indígenas y de los sufrimientos que padecieron con la
invasión española, he aquí parte de ese sermón del padre Quiñones:
La
tierra de los Kichés humillada en el siglo XVI por la conquista de los
españoles, en el siglo XIX es ya un Estado soberano de la Unión
Centro-Americana: es un pueblo que aparece hoy en toda la majestad de su ser
político, y que está en posesión de las funciones de su soberanía. ¡Qué motivo
tan justo es este para alegrarnos y para bendecir al Dios de nuestros padres,
que acaba de darnos esta patria...”
El
sólo hecho de reconocer que los españoles humillaron a los quichés, nos da una
pauta para pensar que se tenían planes para mejorar las condiciones de vida de
estos indígenas en el Estado de Los Altos. En otra ocasión a un indígena se le
tiene la confianza para que lleve una nota a Morazán, en otra oportunidad, de
nuevo vemos la aparición de un indígena en la comisión que junto a Juan
Lavagnino y el padre Urbano Ugarte van a tratar de aplacar la furia de Carrera,
cuando vino por segunda vez a Quetzaltenango.
De
haber sido para los indígenas una pesadilla el período del Estado de Los Altos,
existieran evidencias de ello, mas no hay noticias que por ejemplo cuando murió
el General Agustín Guzmán, en la última batalla por restaurar el Estado de los
Altos en 1849 hubieran los indígenas hecho una gran celebración o algo parecido
a los atropellos contra Cirilo Flores en 1826. Cómo es posible que en 1894, se
menciona que indígenas estaban realizando una colecta para hacer un monumento
al General Agustín Guzmán, aún más se dice que cuando se colocó una pintura con
la imagen de Guzmán en el Salón de Honor de la municipalidad quetzalteca, hubo
quien dijo que ese retrato dibujado no era muy fiel, y que uno de los indígenas
tenía guardado otro retrato dibujado que era más fiel, el retrato en mención
nunca apareció, pero si ese sentimiento de identificación con Guzmán.
Cómo
explicar esto, si se pretende hacer creer que el Estado de Los Altos fue una
pesadilla para los indígenas, cuando en vez de encontrar testimonios de
repudio, se encuentran evidencias de solidaridad hacia el Comandante General y
Vice-Jefe de ese Estado.
Concluyendo,
estimo que no hubo una invención criolla, ni un sueño sólo mestizo, ni
pesadilla indígena en la creación del Estado de Los Altos, los hechos y la
historia así lo dicen.
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* Es propiedad de su autor
Crónicas históricas de Oscar Soto
La revolución de 1897
quetqui2003@yahoo.es
“Y sonaron los cañonazos”, expresión de algunos venerables
ancianos, cuando hacen memoria de lo que aconteció en la ciudad de
Quetzaltenango en septiembre de 1897, esto se ha venido repitiendo de
generación en generación.
Llamar revolución a este hecho histórico, no es lo más
recomendado, puesto que sus objetivos no eran el realizar un cambio sustancial
en el modelo de gobierno que se tenía, pero si influyeron causas económicas,
electorales y políticas.
Hay quienes confunden este hecho con el de El Estado de Los Altos,
pero fueron en diferente época, los motivos con alguna similitud, ambos
pensando en el imperio de la ley.
Cuando en la pacífica ciudad altense culminaba la revolución
musical del maestro Sebastián Hurtado, con la creación de la marimba doble,
otro acontecimiento nada musical se vislumbró por el occidente patrio, motivado
por el gusto al poder que llegó a la mente del presidente José María Reina
Barrios, que luego de haber anunciado un proceso electoral, decidió mediante un
decreto del legislativo seguir por otro período más. El descontento fue a nivel
nacional, en especial de los candidatos que estaban en plena campaña
proselitista, esto dio como consecuencia la unificación de sectores que veían
cómo se violaba un derecho constitucional de elegir a un nuevo presidente.
Las muestras de reproche no quedaron únicamente en protestas
verbales, junto a ello vino la idea de enmendar la plana mediante lar armas,
bajo la bandera de retomar la democracia, no faltaron quienes se alistaron
pronto para iniciar la ofensiva que tenía como objetivo derrocar al presidente
que consideraban un dictador.
Todo inició por el occidente, en el departamento de San Marcos,
las fuerzas se encaminaron a la ciudad de Quetzaltenango, donde debido al
espíritu de libertad que siempre ha existido en esta región, no faltaron los
que de inmediato se incorporaron a este movimiento reivindicador, entre ellos
algunos inquietos estudiantes del Instituto Normal para Varones de Occidente
(INVO).
Las tropas gubernamentales al sentir que no podía controlar la
avalancha que venía, decidieron capturar a personas de reconocida honorabilidad
y llevarlos a prisión, entre ellos al alcalde quetzalteco Licenciado Sinforoso
Aguilar y a Juan Aparicio, hijo, por más que se pidió su libertad esta nunca se
dio, al contrario pensaron tenerlos como una carta salvadora y se dijo que si
las fuerzas revolucionarias entraban a Quetzaltenango los fusilarían. Esto no
amedrantó a las tropas que ya estaban próximas a llegar a esta ciudad, y
entraron, la sentencia se cumplió y Aguilar junto a Aparicio fueron fusilados
enfrente de la iglesia San Nicolás que en esa época se ubicaba en la doce
avenida de la zona uno, cerca del INVO, esto un trece de septiembre de 1897.
El fusilamiento o asesinato de estos dos patricios no fue
suficiente para aplacar a los revolucionarios, que en feroz encuentro lograron
vencer a las fuerzas gubernamentales, se comenta que fue tan grande el números
de muertos que no dio tiempo a darles una sepultura como se acostumbra, incluso
muchos fueron llevados en carretas y sepultados en una fosa común en el
cementerio general, donde anualmente cada 13 de septiembre se realizan actos en
honor a los que murieron por defender la libertad. Otros fueron enterrados
donde caían muertos, no faltando quienes eran sepultados en algún sitio de sus
casas, por ello en ocasiones que se han hecho cimientos para alguna
construcción nueva han aparecido osamentas humanas.
El fusilamiento de los dos patricios quetzaltecos no pasó
desapercibido por la municipalidad quetzalteca que en sesión de concejo acordó
desconocer a José María Reina Barrios como presidente de Guatemala.
El triunfo fue para los rebeldes, las tropas del gobierno tuvieron
que salir huyendo, cuando se pensó que el derrocamiento estaba consumado,
apareció el malo de la película, el general Daniel Fuentes Barrios, sobrino del
presidente Reina Barrios, que vino al mando de las fuerzas rebeldes que
ingresaron a Quetzaltenango, a él se le atribuye una traición, según algunos
historiadores como José Ramón Gramajo y Lizardo Díaz, manifiestan que luego de
dirigir a los revolucionarios se vendió y, en vez de seguir con paso triunfador
hizo una pausa, lo que dio lugar para que se reagruparan los oficialistas,
luego el general Daniel Fuentes partió al extranjero, se llevó un botín
recaudado con fondos para la “revolución” y como complemento, según afirman
algunos, fue a cobrar un cheque que le dio el presidente Reina Barrios.
El 4 de octubre cae la plaza de Quetzaltenango, con la cauda no
sólo de la derrota de los revolucionarios, sino, además la deserción de Fuentes
Barrios, con lo que supuestamente se aseguraba José María Reina Barrios un
periodo más en la presidencia, violando las leyes patrias, cosa que no pudo
cumplir, pues fue asesinado el 8 de febrero de 1898 por el ciudadano alemán
Oscar Zollinger como venganza por el fusilamiento de su amigo y patrón Juan
Aparicio, con ello finalizó la vida de un presidente que tuvo un buen inicio de
gobierno y al final dejó endeudada a la nación y un mal recuerdo por su
reelección hecha a la fuerza quedando como un dictador.
En todo este acontecimiento no se puede dejar de mencionar al
Licenciado Manuel Estrada Cabrera, que ocupó cargos importantes durante el
período de Reina Barrios y llegó a ser el primer designado a la presidencia, lo
que implicaba que en caso de muerte del presidente, sería él quien tomaría las
riendas del país, ante esto existe la teoría que él pudo haber intervenido
tanto en la muerte de Juan Aparicio, por rencillas personales y además haber
planeado la muerte del presidente Reina Barrios para asumir al poder, como
aconteció.
El fin de la “Revolución del ’97", como se le conoce, no dejó
sólo pérdida de vidas humanas, sino con ello también se impusieron pagos
obligatorios a los principales personajes de la clase alta de Quetzaltenango,
entre ellos no se salvó el famoso Eusebio Ibarra, más conocido como don Chebo,
que en primera instancia colaboró con los revolucionarios y luego pagó su cuota
al gobierno, al igual que muchos otros ciudadanos que se identificaron en la
lucha contra la reelección de Reina Barrios.
Esta lucha por no permitir la reelección impuesta, no quedó en el
olvido, prueba de ello el monumento que se pensó realizar en la entrada a
Quetzaltenango que no se terminó por diferentes factores, incluyendo el
terremoto de 1902, la idea se retomó después y en el año 2007 se concluyó una
réplica, sólo que en esta vez ya no sólo dedicada a los de la “revolución” de
1897, sino también a los héroes del Estado de Los Altos, la paz y otros, lo que
considero le quitó su identidad, a la par casi escondida entre las casetas de
comida, aún queda una columna del monumento al “Soldado desconocido” dedicado
también a quienes lucharon en 1897.
Del monumento original se rescató el texto que llevaría, está en
el Arco inaugurado en 2007 y reza:
El amor a la libertad los hizo héroes;
El odio a los tiranos los hizo mártires.
Esta es otra página, cívica, heroica y trágica escrita en la
ciudad de Quetzaltenango, que siempre se ha pronunciado contra las dictaduras y
tiranías de nuestra historia local, nacional y centroamericana.
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