martes, 20 de agosto de 2019





Solemne discurso pronunció el

Presidente de Juegos Florales



En trascendental acto realizado en el Salón de Honor del Palacio Municipal el jueves 15 de agosto al medio día, el Periodista Julio Rodolfo Custodio García, Presidente de la Comisión Permanente de Juegos Florales Hispanoamericanos, resaltó la importancia del acto, a través del discurso que reproducimos a continuación:

“Dijo el filósofo George Santayana, que  “La tierra tiene música para los que escuchan” y si tomamos el concepto de tierra como el planeta en el que convivimos millones de seres humanos, podemos asegurar que, por grupos y sociedades, siempre existirá un motivo para tener música en nuestro espíritu…  y hoy es uno de esos días en que una sinfonía se escucha por todos los rincones de la antañona Xelajú.

Música que se abriga entre los diez cerros de nuestra tierra amada, hogar de los Juegos Florales Hispanoamericanos, porque tres nuevos nombres se agregan a la pétrea memoria de la poesía, la novela y el Cuento, memoria esculpida viendo hacia el sur, en las canteras venerables de La Pedrera y el Cerro Quemado” que le han dado forma a nuestros edificios y nos han protegido de los vientos furiosos y de los relámpagos de muerte.

Canteras centenarias de nuestra Xelajú amada, donde la mano invisible de la poesía toma un cincel de oro y empieza a escribir los nombres de los triunfadores en el certamen 2019.

El laureado poeta David Escobar Galindo, segundo Maestre en la Gaya Ciencia, dice en su poema “Canción para el álbum Perséfone”, triunfador en 1981, lo siguiente:  “Inacabable mar es nuestra vida
Si en ella navegamos
Entre bosques de lama donde el íntimo braceo
Es anticipación de araña nebulosa,
Respirando de pronto las músicas fosfóreas,
Cavando luz en el profundo ayer.”

Aquellos versos que abrían el inacabable mar de nuestra vida, vuelve a tomar fuerza este día en que la Comisión Permanente de Juegos Florales Hispanoamericanos, cumple con la Patria y con la literatura hispanoamericana, entregando este inconmensurable tesoro que ha pasado por nuestras manos como la estrella gloriosa de Barba Jacob, fugaz, sí, pero permanente en el tiempo y el espacio.

Sí…  ha pasado por nuestras manos “respirando de pronto las músicas fosfóreas” de Escobar Galindo…   y así como hoy, durante muchos años atrás, la Comisión Permanente ha tenido el privilegio de acariciar, como primicia, antes que otros las conozcan, las nuevas obras literarias que van a eternizarse en la gloriosa velada del 12 de septiembre, en nuestro Teatro Municipal, tan añejo y respetable como la letra de las nuevas obras que es la sucesión creativa de muchos que figuran en aquellas placas marmóreas que se encuentran en su antecámara.
En mi calidad de presidente y en nombre de todos los miembros de la Comisión Permanente, compañeros de luchas y desvelos que trabajamos por el amor que le profesamos a Quetzaltenango, puedo decir al mundo literario que nuestra tarea de 2019 está cumplida en su primera parte, quedando la premiación y la coronación de nuestra Reina, como la joya que empieza a descubrirse y que queda al  desnudo, con su belleza fúlgida, en el Conversatorio del 13 de septiembre. 
Damos las gracias al digno señor Alcalde Municipal, porque durante su gestión nos proporcionó los medios necesarios para desarrollar nuestro trabajo…  al honorable Concejo Municipal y, particularmente, al licenciado Fredy Hastedt, porque, tomando conciencia de su calidad de Junta Mantenedora del certamen, supieron darle el curso histórico en su cuatrienio…  a los Jurados calificadores y a todos los que intervienen en esta diligencia de las letras y a los escritores en general, razón de nuestro esfuerzo y nuestra entrega.
La tierra quetzalteca tiene música y sus acordes resuenan en este Salón de la dignidad y el valor quetzalteco, en una etapa más de su digna historia.

Muchas gracias.”


El periodista Julio Rodolfo Custodio García (de pie) junto al alcalde municipal Luis Grijalva, cuando se les comunicaba a los triunfadores vía telefónica, el triunfo obtenido en el Certamen de Juegos Florales Hispanoamericanos de Quetzaltenango

viernes, 9 de agosto de 2019

LIBRES PENSADORES


LIBRES PENSADORES

Harry´s corner


CUBA DESPUÉS DE FIDEL

Por: Harry Thomas Danvers *

           
¡Yo soy Fidel  ¡Yo soy Fidel!  Yo soy Fidel...gritaron los jóvenes después de la muerte del máximo dirigente revolucionario de la Cuba, y quizás el mundo entero, porque desafió el Imperio Yanqui, algunas kilómetros al norte de la isla.

           Yo fui joven cuando Fidel bajó de las montañas de la Sierra Madre para sacar al tirante Bautista del poder y hacer una Cuba nueva.

           Yo uso el termino Tirante, el nombre antiguo, de lo que hoy se llama Dictador, pero en realidad es la misma cosa. Paradójicamente, Fidel sacó uno y se convirtió en otro, aunque sus finales eran diferentes.

            Por ejemplo Bautista quería controlar todos los ingresos a su favor. Los ingresos principales eran de los juegos de azar. Fidel cerró estas casas de lujo y entregó el dinero al pueblo. Él se llamó Socialista, pero el gobierno de los EE UU lo acusó de ser comunista. Él lo negó, hasta que apretó la mano de la Unión Soviética. Entonces fue nombrado el criminal número uno de los gringos. Ellos intentaron matarlo pero no pudieron y su ideología siguió para las siguientes décadas.

          Cuando murió la Unión Soviética, no habían más países comunistas, aparte de cuba y Korea del Norte. Sin embargo los dos países son distintos. Los cubanos no son Orientales y los coreanos no saben bailar salsa. A la vez los dos países son... ¿comunistas?  ¿socialistas? La terminología puede ser igual, pero vamos a investigar los logros de Fidel.

            Tiene una alfabetización muy alta en los países de América Latina, y el campo de la medicina también es bien calificado. No existen extremos entre los pobres y los ricos. La delincuencia y los homicidios casi no existen y la vejez es prolongada. Estos son logros positivos, pero existen fallas.

          Por ejemplo; no hay Derechos Humanos, ni libertad de protesta. No hay votación popular y existe control del internet. Desde lejos, para los países democráticos, esto es un gran pecado, pero de alguna manera u otra, funciona en Cuba. ¿Que se puede hacer?

           ¿Qué tal si se trata de aplicar los tres "ismos" a la vez en el mismo lugar? ¡Imposible! dice usted.  Tal vez no, si tomas en cuenta el pequeño país de Israel. Ellos tienen el Socialismo, Comunismo y Capitalismo. Todos tienen acceso a cobertura de salud, educación, comida y lugar de hospedarse. El Comunismos se llama Kibbutz, donde no hay dinero y todos los bienes están en común. A la vez la economía Israelí está a la par de los grandes países del mundo. Pero Israel no es Cuba, me van a decir, mientras yo digo:  ¿por qué no? Son casi del mismo tamaño y Cuba tiene dos de los "ismos" entonces solo falta el Capitalismo. Esto se puede lograr  si los EE UU levantan el embargo que implementaron desde hace años. Esta idea puede facilitar un ejemplo para toda América Latina, y quizás el mundo entero, y "¡ Yo soy Fidel !" tendrá otro significativo.


·         El contenido del presente artículo es responsabilidad de su autor.



jueves, 1 de agosto de 2019




Crónicas históricas de Oscar Soto

Del Sexto Estado de Los Altos de la Federación Centro Americana
El mito del libro “Invención criolla, 
sueño ladino, pesadilla indígena” 

de Arturo Taracena A.


Oscar Soto


Este título parece muy sugestivo, quizá con fines de mercadotecnia y publicidad, para llamar la atención de los lectores, en especial cuando existe una especie de boom con todo lo relacionado con los temas indígenas de Guatemala, pero que en el fondo se pueden apreciar algunas inconsistencias, que bien vale la pena hacer resaltar en aras de un conocimiento más real de este hecho histórico, que es poco tratado en nuestro medio, pese a tener una especial relevancia a nivel de Centro América.

Lo que expongo en este escrito, no es un análisis completo del libro en mención, que por cierto tiene una gran cantidad de elementos históricos y genealógicos de suma importancia, pero en cuanto al título y enfoque que presenta hay mucho que decir, debido a su volumen no pretendo profundizar en todo, se necesitaran muchas páginas y tiempo para tratar cada uno de los aspectos ahí planteados, trabajo que dejo para otra ocasión, por ahora solo me centro en el título de este libro, esbozando mi planteamiento en los tres aspectos que se destacan en la obra: criollos, ladinos e indígenas.

I. Invención criolla:

En este primer aspecto, parece subyacer un sentimiento de pretender hacer creer que El Estado de los Altos, fue producto de algo que se sacaron los criollos de la manga de la camisa, al estilo de los magos o ilusionistas, cuando en realidad la idea de los Estados Federados puede que se haya copiado en Centroamérica después de la independencia de 1821, de la Constitución de los Estados Unidos de América de 1787, que en su artículo cuarto, tercera sección, inciso uno dice:

Tercera Sección
1. El Congreso podrá admitir nuevos Estados a la Unión, pero ningún nuevo Estado podrá formarse o erigirse dentro de los limites de otro Estado, ni un Estado constituirse mediante la reunión de dos o más Estados o partes de Estados, sin el consentimiento de las legislaturas de los Estados en cuestión, así como del Congreso

Partiendo de esta sección de la constitución norteamericana, veamos lo que se encuentra estipulado en la Constitución de la República Federal de Centro América de 1835, que permitía legalmente crear nuevos Estados dentro de la Federación centroamericana, el texto en mención es el siguiente:

Artículo 190. Podrán formarse en lo sucesivo nuevos Estados y admitirse otros en la federación.
Artículo 191. No podrá formarse nuevos Estados en lo interior de otro Estado, tampoco podrá formarse por la unión de dos o más Estados o parte de ellos, si no estuvieren en contacto, y sin el consentimiento de las legislaturas respectivas.

Además se contemplaban otra serie de requisitos para la conformación legal de nuevos Estados, requisitos que fueron llenados en todos sus puntos y más de parte de los departamentos de Quetzaltenango, Totonicapán y Sololá, todo esto llevó un proceso, no fue algo que surgiera de un día para otro producto de una noche bohemia de los criollos, ya en 1824 se daba cuenta de haber completado lo que exigía la ley, y fue hasta 1838 que se logró su definitiva legalización.

Con esto queda demostrado que la creación de nuevos Estados en la Federación Centroamericana, no fue una invención criolla, sino producto de leyes vigentes durante esa época, además la modalidad de los Estados Federados no se puede considerar como algo que nació producto de ideólogos criollos, sino que ellos copiaron este modelo del norteamericano.

II Sueño ladino:

Dentro de los términos sociológicos y antropológicos, se trata de evitar denominaciones peyorativas, puesto que por ejemplo llamar indios a los indígenas, puede ser motivo para seguir un proceso judicial por discriminación, de igual manera se debe evitar el término ladino, pues su significado se refiere a sinónimo de delincuente, en tal caso para hacer referencia a esta etnia, se debe denominar mestizo, para no herir susceptibilidades.

Hecho este preámbulo de terminologías, los mestizos de esa época no gozaban de un poder hegemónico, como los criollos, al querer pretender rivalizar o asumir el control y poder que ellos tenían, sería necesario pensar en una especie de revolución, la cual no se vio por ninguna parte, ni antes, ni durante el tiempo que tuvo de vida El Estado de Los Altos.

El pretender que sólo los mestizos soñaban con un nuevo Estado, es quedarnos cortos, en esto considero que hubo varios sectores que soñaron con mejoras, tanto a nivel individual como social, soñó el criollo, el mestizo y el indígena, cada quien vislumbraba una posibilidad de mejorar, aunque se quiera negar por completo la inclusión del indígena, en esta nueva propuesta se ven algunas luces, no sólo como un medio de explotación, no hay que olvidar que en la región de los Altos existieron indígenas con poder económico, que fue pasando de generación a generación, prueba de ello aún en la actualidad producto de herencias, existe cierta clase de esta etnia que cuenta con tierras y dinero, ellos después de la independencia puede ser que soñaran con ocupar cargos públicos dentro del nuevo orden político y social y qué mejor oportunidad que dentro de un nuevo Estado, que por tener inclinación liberar podía en algún momento darles un espacio en el gobierno naciente.

A las mestizos más que soñar con el control del poder, quedaba el unirse a los otros sectores en busca de más adelante lograr beneficios, una mejor educación y como es natural pensar en ocupar cargos públicos, para pasar a ser parte de la burguesía de la época y compartir el poder, para esa época ya no era tan remoto una unión entre criollos y mestizos, pero no como resultado de la creación de un nuevo Estado, sino como consecuencia lógica de todo ciudadano que busca mejorar su vida en los aspectos económicos, sociales y culturales.

El querer subir peldaños en una sociedad de clases, se da y se ha dado en todo el proceso histórico de la humanidad, con ello el derecho de soñar, al igual que soñaban los criollos con quitar el poder a los peninsulares, o el de los indígenas por recuperar el poder que un día tuvieron sobre los diferentes territorios donde habitaron sus ancestros.

El pensar que todo el territorio que aún tenían los indígenas iba a pasar a poder de los mestizos, era como creer en el cuento de la Caperucita, los criollos bajo ningún pretexto iban a permitir que esto sucediera, además durante los años del Estado de Los Altos no se registran enfrentamientos entre criollos y mestizos por apropiarse de los bienes de los indígenas, o que se mencione algún acuerdo a este respecto de estos dos grupos que formaban lo que se puede denominar burguesía de los Altos.
No es del todo desconocido que los mestizos venían ganando cada vez más terreno, producto de las posibilidades de estudio, el involucramiento en actividades económicas y públicas, agregando a esto la unión de familias criollas y mestizas, que fueron formando una nueva clase social.

Además durante esta época, soñó Rafael Carrera con tomar el poder de Guatemala y vengarse del General Agustín Guzmán, sueño que si logró en parte, otro soñador en esto fue el cónsul británico que pretendía hacer de Centro América una colonia británica, cosa que no logró, gracias en parte a la oposición que a ello demostraron los Estados de Los Altos y El Salvador. Por lo tanto el sueño no fue sólo de una parte de los estratos sociales existentes.

III Pesadilla indígena.

En este apartado quiero iniciarlos con dos preguntas, que considero claves para entender esta parte del título del libro que ahora me ocupa: ¿Será que los indígenas vivían en un paraíso antes del Estado de Los Altos?, con la desaparición forzada del Estado de Los Altos, ¿los indígenas recobraron el paraíso perdido?
Más que una realidad, esto me parece como una mala propaganda, además con un marcado acento de crear un sentimiento de mártires hacia el indígena. Antes, durante y después del Estado de Los Altos, la situación no tuvo mayores cambios, de ser pesadilla hubieran quedado testimonios de torturas, de masacres, genocidios y no sé que más formas grotescas para someter a esta parte del conglomerado social en Los Altos.

Por ejemplo en la Ciudad de Quetzaltenango que fue la segunda capital del Estado de Los Altos, no existen registro de revueltas indígenas contra el nuevo Estado y, hay que agregar que la fuerza militar que allí existía estaba en fase de formación, cabe recordar que entre los primeros esfuerzos que se hicieron para implementar el ejército, se acordó la compra de mil rifles a la Corona Inglesa, rifles que nunca llegaron, pese a que ya se habían pagado, el Cónsul Británico Federico Chatfield confabuló junto a Rafael Carrera para que ese armamento no llegara a Quetzaltenango y se lo dio a Carrera para que invadiera el Estado de Los Altos.

El papel del indígena en el Estado de Los Altos no pasó desapercibido, ya desde su inicio en el Te Deum que se desarrolló en la iglesia de Totonicapán, para agradecer a Dios por la creación del Estado de Los Altos, se hizo ver la importancia de los indígenas y de los sufrimientos que padecieron con la invasión española, he aquí parte de ese sermón del padre Quiñones:
La tierra de los Kichés humillada en el siglo XVI por la conquista de los españoles, en el siglo XIX es ya un Estado soberano de la Unión Centro-Americana: es un pueblo que aparece hoy en toda la majestad de su ser político, y que está en posesión de las funciones de su soberanía. ¡Qué motivo tan justo es este para alegrarnos y para bendecir al Dios de nuestros padres, que acaba de darnos esta patria...”

El sólo hecho de reconocer que los españoles humillaron a los quichés, nos da una pauta para pensar que se tenían planes para mejorar las condiciones de vida de estos indígenas en el Estado de Los Altos. En otra ocasión a un indígena se le tiene la confianza para que lleve una nota a Morazán, en otra oportunidad, de nuevo vemos la aparición de un indígena en la comisión que junto a Juan Lavagnino y el padre Urbano Ugarte van a tratar de aplacar la furia de Carrera, cuando vino por segunda vez a Quetzaltenango.

De haber sido para los indígenas una pesadilla el período del Estado de Los Altos, existieran evidencias de ello, mas no hay noticias que por ejemplo cuando murió el General Agustín Guzmán, en la última batalla por restaurar el Estado de los Altos en 1849 hubieran los indígenas hecho una gran celebración o algo parecido a los atropellos contra Cirilo Flores en 1826. Cómo es posible que en 1894, se menciona que indígenas estaban realizando una colecta para hacer un monumento al General Agustín Guzmán, aún más se dice que cuando se colocó una pintura con la imagen de Guzmán en el Salón de Honor de la municipalidad quetzalteca, hubo quien dijo que ese retrato dibujado no era muy fiel, y que uno de los indígenas tenía guardado otro retrato dibujado que era más fiel, el retrato en mención nunca apareció, pero si ese sentimiento de identificación con Guzmán.

Cómo explicar esto, si se pretende hacer creer que el Estado de Los Altos fue una pesadilla para los indígenas, cuando en vez de encontrar testimonios de repudio, se encuentran evidencias de solidaridad hacia el Comandante General y Vice-Jefe de ese Estado.

Concluyendo, estimo que no hubo una invención criolla, ni un sueño sólo mestizo, ni pesadilla indígena en la creación del Estado de Los Altos, los hechos y la historia así lo dicen.



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* Es propiedad de su autor







Crónicas históricas de Oscar Soto


La revolución de 1897

  Lic. Oscar Soto
quetqui2003@yahoo.es



“Y sonaron los cañonazos”, expresión de algunos venerables ancianos, cuando hacen memoria de lo que aconteció en la ciudad de Quetzaltenango en septiembre de 1897, esto se ha venido repitiendo de generación en generación.

Llamar revolución a este hecho histórico, no es lo más recomendado, puesto que sus objetivos no eran el realizar un cambio sustancial en el modelo de gobierno que se tenía, pero si influyeron causas económicas, electorales y políticas.

Hay quienes confunden este hecho con el de El Estado de Los Altos, pero fueron en diferente época, los motivos con alguna similitud, ambos pensando en el imperio de la ley.

Cuando en la pacífica ciudad altense culminaba la revolución musical del maestro Sebastián Hurtado, con la creación de la marimba doble, otro acontecimiento nada musical se vislumbró por el occidente patrio, motivado por el gusto al poder que llegó a la mente del presidente José María Reina Barrios, que luego de haber anunciado un proceso electoral, decidió mediante un decreto del legislativo seguir por otro período más. El descontento fue a nivel nacional, en especial de los candidatos que estaban en plena campaña proselitista, esto dio como consecuencia la unificación de sectores que veían cómo se violaba un derecho constitucional de elegir a un nuevo presidente.

Las muestras de reproche no quedaron únicamente en protestas verbales, junto a ello vino la idea de enmendar la plana mediante lar armas, bajo la bandera de retomar la democracia, no faltaron quienes se alistaron pronto para iniciar la ofensiva que tenía como objetivo derrocar al presidente que consideraban un dictador.

Todo inició por el occidente, en el departamento de San Marcos, las fuerzas se encaminaron a la ciudad de Quetzaltenango, donde debido al espíritu de libertad que siempre ha existido en esta región, no faltaron los que de inmediato se incorporaron a este movimiento reivindicador, entre ellos algunos inquietos estudiantes del Instituto Normal para Varones de Occidente (INVO).

Las tropas gubernamentales al sentir que no podía controlar la avalancha que venía, decidieron capturar a personas de reconocida honorabilidad y llevarlos a prisión, entre ellos al alcalde quetzalteco Licenciado Sinforoso Aguilar y a Juan Aparicio, hijo, por más que se pidió su libertad esta nunca se dio, al contrario pensaron tenerlos como una carta salvadora y se dijo que si las fuerzas revolucionarias entraban a Quetzaltenango los fusilarían. Esto no amedrantó a las tropas que ya estaban próximas a llegar a esta ciudad, y entraron, la sentencia se cumplió y Aguilar junto a Aparicio fueron fusilados enfrente de la iglesia San Nicolás que en esa época se ubicaba en la doce avenida de la zona uno, cerca del INVO, esto un trece de septiembre de 1897.

El fusilamiento o asesinato de estos dos patricios no fue suficiente para aplacar a los revolucionarios, que en feroz encuentro lograron vencer a las fuerzas gubernamentales, se comenta que fue tan grande el números de muertos que no dio tiempo a darles una sepultura como se acostumbra, incluso muchos fueron llevados en carretas y sepultados en una fosa común en el cementerio general, donde anualmente cada 13 de septiembre se realizan actos en honor a los que murieron por defender la libertad. Otros fueron enterrados donde caían muertos, no faltando quienes eran sepultados en algún sitio de sus casas, por ello en ocasiones que se han hecho cimientos para alguna construcción nueva han aparecido osamentas humanas.
El fusilamiento de los dos patricios quetzaltecos no pasó desapercibido por la municipalidad quetzalteca que en sesión de concejo acordó desconocer a José María Reina Barrios como presidente de Guatemala.
El triunfo fue para los rebeldes, las tropas del gobierno tuvieron que salir huyendo, cuando se pensó que el derrocamiento estaba consumado, apareció el malo de la película, el general Daniel Fuentes Barrios, sobrino del presidente Reina Barrios, que vino al mando de las fuerzas rebeldes que ingresaron a Quetzaltenango, a él se le atribuye una traición, según algunos historiadores como José Ramón Gramajo y Lizardo Díaz, manifiestan que luego de dirigir a los revolucionarios se vendió y, en vez de seguir con paso triunfador hizo una pausa, lo que dio lugar para que se reagruparan los oficialistas, luego el general Daniel Fuentes partió al extranjero, se llevó un botín recaudado con fondos para la “revolución” y como complemento, según afirman algunos, fue a cobrar un cheque que le dio el presidente Reina Barrios.

El 4 de octubre cae la plaza de Quetzaltenango, con la cauda no sólo de la derrota de los revolucionarios, sino, además la deserción de Fuentes Barrios, con lo que supuestamente se aseguraba José María Reina Barrios un periodo más en la presidencia, violando las leyes patrias, cosa que no pudo cumplir, pues fue asesinado el 8 de febrero de 1898 por el ciudadano alemán Oscar Zollinger como venganza por el fusilamiento de su amigo y patrón Juan Aparicio, con ello finalizó la vida de un presidente que tuvo un buen inicio de gobierno y al final dejó endeudada a la nación y un mal recuerdo por su reelección hecha a la fuerza quedando como un dictador.

En todo este acontecimiento no se puede dejar de mencionar al Licenciado Manuel Estrada Cabrera, que ocupó cargos importantes durante el período de Reina Barrios y llegó a ser el primer designado a la presidencia, lo que implicaba que en caso de muerte del presidente, sería él quien tomaría las riendas del país, ante esto existe la teoría que él pudo haber intervenido tanto en la muerte de Juan Aparicio, por rencillas personales y además haber planeado la muerte del presidente Reina Barrios para asumir al poder, como aconteció.

El fin de la “Revolución del ’97", como se le conoce, no dejó sólo pérdida de vidas humanas, sino con ello también se impusieron pagos obligatorios a los principales personajes de la clase alta de Quetzaltenango, entre ellos no se salvó el famoso Eusebio Ibarra, más conocido como don Chebo, que en primera instancia colaboró con los revolucionarios y luego pagó su cuota al gobierno, al igual que muchos otros ciudadanos que se identificaron en la lucha contra la reelección de Reina Barrios.

Esta lucha por no permitir la reelección impuesta, no quedó en el olvido, prueba de ello el monumento que se pensó realizar en la entrada a Quetzaltenango que no se terminó por diferentes factores, incluyendo el terremoto de 1902, la idea se retomó después y en el año 2007 se concluyó una réplica, sólo que en esta vez ya no sólo dedicada a los de la “revolución” de 1897, sino también a los héroes del Estado de Los Altos, la paz y otros, lo que considero le quitó su identidad, a la par casi escondida entre las casetas de comida, aún queda una columna del monumento al “Soldado desconocido” dedicado también a quienes lucharon en 1897.

Del monumento original se rescató el texto que llevaría, está en el Arco inaugurado en 2007 y reza:

El amor a la libertad los hizo héroes;
El odio a los tiranos los hizo mártires.

Esta es otra página, cívica, heroica y trágica escrita en la ciudad de Quetzaltenango, que siempre se ha pronunciado contra las dictaduras y tiranías de nuestra historia local, nacional y centroamericana.



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