HARRY'S CORNER

 ¿Puede convertirse el tercer mundo

en el primer mundo?

Harry Thomas Danvers *

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En primer lugar, tenemos que definir los términos, antes de buscar una respuesta para esta pregunta amplia.

El tercer mundo fue inventado vulgarmente, para denominar, por lo menos, a tres cuartos de todos los países del mundo. Se entiende que esos países no tienen mucha industria, y entonces son países del tercer mundo y no del primer mundo, que incluye los industrializados y avanzados tecnológicamente.

 

El término “tercer mundo” indica una clase de desprecio, fijando que sus pobladores son menos avanzados mentalmente. Se cree que los ciudadanos de los países del primer mundo son más inteligentes, y por lo tanto tienen el derecho de burlarse de sus prójimos, menos industrializados. Es decir, como tienen fábricas, pueden reproducir los bienes que todos compran y son económicamente solventes. Pero no es la verdad...todo lo que brilla no es oro.

 

La definición clásica de un país solvente económicamente, trata de tres componentes básicos: recursos naturales, fábricas y tierra para sembrar. La mayoría de los países industrializados no tienen todo, solo un poco de lo necesario. Por ejemplo Japón. Tiene las fábricas, pero hacen falta los recursos naturales y tierra para sembrar. Lo mismo ocurre con muchas naciones del viejo continente europeo; mientras Estados Unidos tiene todo, China y Rusia también tienen, pero con menos diversidad. Esos pueblos son capitalistas, pero en los estados totalitarios, el gobierno tiene control de todos los ingresos y se aplica una clase de socialismo. En cambio, Los Estados Unidos usa el capitalismo de laissez-faire o comercio libre. Este permite el mercado flexura sin límites de la prosperidad.

 

Para los no industrializados, podemos preguntar si quieren ser parte del Primer Mundo. Sorprendentemente hay muchos que dicen no, no quieren ser parte del primer mundo, porque quieren guardar sus culturas antiguas. Sin embargo, todos los gobiernos dicen si, quieren ser parte del primer mundo. Luego aplican reglas incomodadas para la vida de la gente destruyendo su ambiente. La meta es llegar a ser parte del primer mundo lo antes posible. En esta forma, se puede perder todo.

 

   Los filósofos económicos del pasado, pueden ayudarnos en analizar el presente y tratar de planificar el futuro. Si juntos tratamos la economía mundial, quizás podamos eliminar las fronteras del primero y tercer mundo.

 

 

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*Las opiniones y redacción del presente artículo son responsabilidad de su autor.

 Quetzaltenango se viste de navidad.

 

Por: J. Rodolfo Custodio G.

 

La ciudad de Quetzaltenango, cuna de los Juegos Florales Hispanoamericanos, se viste de gala este fin de año, con un hermoso adorno navideño que decora el bello parque Centro América, emblemático por su nombre y por su arquitectura.

Se cambió el adorno de años anteriores que tenía iluminación celeste fría y triste, por uno con iluminación cálida, especial para una ciudad de clima frío como Quetzaltenango.

Ahora es un gusto para las familias llegar a este centro, corazón de la “Ciudad de la estrella”, que luce en su estructura diez columnas del orden corintio y el más digno templete con elementos del orden jónico que está dedicado al autor de la música del Himno Nacional de Guatemala, Maestro Rafael Álvarez Ovalle.

Los preciosos adornos están distribuidos en sus columnas y en los faroles que rodean todo el complejo y que le han dado a este parque, la alcurnia que posee con legitimidad, puesto que es genuina pertenencia arquitectónica amparado por las leyes de protección del patrimonio cultural de la nación y, desde el año pasado, por los Convención de La Haya; y con justa razón, ya que encierra el complejo de edificios construidos en el siglo diecinueve con motivos clásicos como el Palacio Municipal, la Casa de la Cultura de Occidente y la Catedral Metropolitana de Los Altos que tiene una fachada del tiempo de la colonia.

El parque Centroamérica es, pues, el monumento que ahora luce con motivos navideños, iluminado por adornos con tonalidad cálida que proporcionan un regalo a los sentidos en las fiestas navideñas.

Vista frontal del imponente Palacio Municipal de Quetzaltenango, con sus columnas luciendo 

capiteles del orden corintio.  (Fotos de J. Rodolfo Custodio G.)

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El guatemalteco trabaja para sostener la incontenible burocracia

 

Por: J. Rodolfo Custodio G.

 

El presupuesto de ingresos y egresos de la nación es como para salir corriendo porque tiene unas cifras estratosféricas que son cubiertas por los impuestos de todos los guatemaltecos, unos más que otros.

De acuerdo a informes de prensa, TREINTA MIL MILLONES DE QUETZALES son para SUELDOS Y SALARIOS DE LOS EMPLEADOS PÚBLICOS, mientras que el presupuesto para inversión apenas contempla DIECIOCHOMIL SETECIENTOS MILLONES.

¡Ah! Pero el inútil Congreso de la República se recetó la graciosa cantidad de DOSCIENTOS OCHENTA MILLONES DE QUETZALES PARA LOS RENGLONES DE PERSONAL PERMANENTE Y POR CONTRATO.

¿Cómo va a haber justicia social en nuestro país, si todo lo que se recauda por impuestos va a parar a los bolsillos de los empleados públicos?

Por otra parte, el aparato gubernamental crece cada día más y esta es una carrera imposible de cortar en las actuales circunstancias porque resulta que el principal generador de trabajo es el gobierno, mientras que la iniciativa privada se ve cada vez más reducida.

El empleado público es una carga para el país, porque no hace las cosas bien, da mala atención y tiene muchas prerrogativas.

¡Que viva el dinero del pueblo para los empleados públicos!  Mientras quienes sobrevivimos por nuestro trabajo honrado nos tronamos los dedos porque cada día las cosas son más caras.

Así es la situación en el país de la eterna primavera, que es lo único bueno que va quedando (mientras no sigan talando los bosques).

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