sábado, 30 de octubre de 2021
HARRY’S CORNER
El elemento humano
Harry
Thomas Danvers*
Tengo un amigo, Josh el geólogo, que cuando habla de las
cualidades científicos de nuestro planeta, todo está denominado en
millones de años.
Por ejemplo, dónde está el golfo de México, era tierra
firme hace 47 millones de años. La misma cosa existía donde está el mar
Medeoreneano. Era un valle muy fértil, hace 4.5 millones de años.
Cuando le pregunté del origen del homo sapiens, me dijo
que aparecieron hace 150 mil años. Tiene su origen en el continente africano y
se mezclaron de diferentes lugares y desaparecieron. Los
sobrevivientes se llamaban Neanderthal. Ellos llegaron a ser los dueños de
la tierra después de la muerte de los dinosaurios. Eso fue hace unos
trescientos mil años, cuando empezaron a usar la piedra tanto para la
guerra, como para la cocina.
Uno puede preguntar: ¿Cómo fueron seleccionados después
de miles de años de eliminaciones de la especie? Por lo menos a mí me causa
asombro imaginar esta clase de desarrollo humano. Es difícil imaginar
cuántos años pasaron desde el evento de la invención de la rueda. Ahora en
la edad de la alta tecnología, las cosas pasan tan rápido que lo que tardaba
miles de años antes, ahora es cuestión de minutos; bueno, casi, pero con todo ese avance, el hombre
sigue con sus emociones del tiempo Neanderthal. Es decir el odio, orgullo,
avaricia, venganza, sensualidad, envidia... etcétera. Uno puede preguntar:
¿Cómo puede sobrevivir el hombre con tantos problemas psicológicos? La
respuesta simplemente es puede ser la ley.
Ejemplos de la ley de la antigüedad son: La Palabra
Rosetta de Egipto, El Código de Hammurabi de Babilonia, La
filosofía de Confucio, el Decálogo de los Hebreos o los Diálogos de
Platón de Grecia. Con esas obras se encuentra una forma bien pensada, en crear
una sociedad sana y próspera. Casi todas esas civilizaciones terminaron de
existir. Parece que una razón era porque la gente decidió ignorar u
odiar las reglas establecidas y entonces precipitó el caos y la
anarquía.
Ojalá que podamos aprender algo del pasado para no regresar al
tiempo del hombre Neandertal.
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*las opiniones y redacción obedecen al criterio del autor.
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OTRA
QUIJOTADA DE “LOS QUIJOTES”
Por
J. Rodolfo Custodio G.
Revista
La Esfera
Tocaron dos veces a la puerta de mi casa y
una tercera vez con los nudillos. Me
había tardado en ver quién me visitaba porque los patojos han dado en tocar el
timbre y seguir su camino y a veces esperamos que haya una segunda llamada.
Así, al abrir, bajo una llovizna pertinaz,
veo la figura de ¡UN QUIJOTE! Héctor
Enrique Pérez Alvarado, vecino y amigo de siempre.
Llevaba en la mano unos libros e inmediatamente
que me vio, con una sonrisa en el rostro, señal inequívoca de quien tiene paz
en el alma, extendió la mano y me entregó un ejemplar, que yo agradecí con toda
efusión, porque solo el que ha editado libros sabe la tarea tan difícil que es
culminar una obra literaria y tener la satisfacción de entregarla a una persona
que la va a estimar.
Y cómo no la voy a estimar si escribir es mi
pasión y cuando veo un nuevo libro que se edita en Quetzaltenango, el corazón
me palpita porque el justo lugar para que nazca un libro es en la culta ciudad
de Quetzaltenango.
Y vino a mi memoria el pensamiento de Don
Quijote, cuando dice “La
pluma es lengua del alma; cuales fueren los conceptos que en ella se
engendraron, tales serán sus escritos”…
y este libro tiene buenos escritos.
Inmediatamente
vi desde la dedicatoria que dice: “De nuestra alta estima a Chofito Custodio. Los Quijotes 28-20-2021” hasta el colofón: “Se
terminó la impresión del libro ‘Letras en vuelo del alma’ en el mes de octubre
de 2021, en los talleres de Imprenta de Los Altos en la ciudad de
Quetzaltenango, Guatemala. Diagramación: Daniel A. Quijivix. Taller: Oscar
Rojas y Erick Quiej Asistente administrativa: Karla Xivir. Coordinador General:
Sergio Sosa.”
El libro tiene una introducción en donde hacen mención de las personas que han sucumbido por la pandemia y resalta que “Letras en vuelo del alma, de alguna manera nos conecta a los que quedamos en este globo terráqueo y a los que ya partieron al sueño eterno, verso y prosa se conjugan con diversidad de temas que nos llevan por diferentes senderos del quehacer humano…”
El libro
contiene trabajos en poesía y prosa de los escritores pertenecientes a este
esforzado y admirable grupo: Mario Sotovando, Vilma Julieta Calderón, Huberto
Moisés Recinos Juárez, Ana María González López, Romeo Ríos Vadillo, Edgar Siliézar,
Oscar Soto y Héctor Pérez.
Muchas
felicitaciones al grupo LOS QUIJOTES por este nuevo logro literario que afianza
la razón de existir y el encomiable esfuerzo de estos ejemplares ciudadanos
quetzaltecos a quienes les luce muy bien el nombre que ostentan.
miércoles, 20 de octubre de 2021
Para
conmemorar hoy
La
gloriosa gesta del 20 de octubre de 1944
Por J. Rodolfo Custodio G.
Revista Polémicaxela
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Después de
una larga tiranía que se prolongó de gobierno en gobierno por ciento veintitrés
años, a partir de la independencia de las provincias unidas de Centroamérica
del reino español, el primer rayo de luz iluminó a Guatemala el 20 de octubre
de 1944.
Las
tiranías habían agobiado al pueblo que vivía en pobreza y oscurantismo,
dominado principalmente por militares de alto rango del ejército y por la
religión católica que tenía el poder mayúsculo en toda la América invadida por
España, salvo en el tiempo del general Justo Rufino Barrios en que el
catolicismo perdió parte de sus muchas propiedades.
Liberales
y conservadores se jugaban el poder político y económico, mientras el pueblo
moría de inanición y de escasez hasta de lo indispensable. Solo había unas cuantas familias criollas con
todo el poder económico, la United Fruit Company y la Flota Blanca con las
mejores tierras y las exportaciones principales… y el resto de la población
estaba casi en la miseria, ni pensar en una clase media de la que no se hablaba
ni se conocía.
Para
ajuste de males, el mundo se debatía en la más terrible conflagración conocida
hasta la fecha, la segunda guerra mundial; y el poder del gobierno estaba, para
entonces, en manos del dictador Jorge Ubico Castañeda.
De repente
dos hechos se sucedieron con poco espacio de tiempo: la formación del partido político Frente
Popular Libertador que, en medio de la férrea dictadura ubiquista, era
imposible de pensar; y la desmilitarización de le Escuela Normal para Varones
que jugó un papel valiente y patriótico en la propia revolución.
Ubico
había renunciado y dejado el poder en manos de un militarote de igual cuño,
Federico Ponce Vaides, quien vio la oportunidad de perpetuarse en el poder,
pero aparecen las figuras del joven quetzalteco Jacobo Árbenz Guzmán (para
entonces de baja en el ejército), Enrique de León Aragón y Jorge Toriello
Garrido; y estudiantes universitarios encabezados por Mario Méndez Montenegro y
su hermano Julio César quien, después de muchos años y varias circunstancias,
llegó a ser presidente de la República en un período que distaba mucho de los
ideales revolucionarios.
Pero el 20
de octubre, se levantaron patriotas de todas los barrios de la capital, de
todos los oficios y edades y obtuvieron armas del ejército proporcionadas por los
dirigentes del movimiento, hasta llegar al propio Palacio Nacional donde
exigieron la renuncia de Ponce Vaides, quien mandó enarbolar una bandera blanca
en medio del fragor de los balazos que detonaban por toda la capital de
Guatemala.
Entonces
se instauró el legendario y patriótico triunvirato conformado por los militares
Jacobo Árbenz Guzmán y Francisco Javier Arana y por el ciudadano Jorge Toriello
Garrido. Terminó la cruenta lucha armada,
se entronizó la paz y se convocó a una Asamblea Nacional Constituyente que
redactó la famosa Constitución de 1945 que daba libertades jamás pensadas ni
vividas.
En cuatro
meses se instauró un gobierno formado por tres patriotas, se convocó y se
eligió una Asamblea Nacional Constituyente, se convocó a elecciones
presidenciales en las que triunfó el doctor Juan José Arévalo Bermejo y el 15
de marzo de 1945, tomaba posesión el primer gobierno revolucionario que realizó
una obra jamás vista y dejó el poder, después de seis años que era el período
presidencial, en manos del coronel Jacobo Árbenz Guzmán.
Lamentablemente
retornó del averno la venganza, el descontento de los poderosos y retomó el
poder político de nuevo la iglesia católica… y aquel sueño libertario dio al
traste con la invasión de mercenarios que instauraron el llamado gobierno de la
liberación.
Aquella
proeza patriótica -la del 20 de octubre de 1944- es la que conmemoramos hoy.
Esa, la hazaña digna del más limpio movimiento que registra la historia… esa, la realidad que las nuevas generaciones
no conocieron y que fue la reivindicación de los guatemaltecos que hasta la
fecha reciben los beneficios de los dos gobiernos que dio la Revolución de
Octubre de 1944.
Gloriosa
fecha y triste final diez años después, en 1954, que relegó a Guatemala a un
atraso y pérdida de sus mejores valores.
Por esa misma efemérides, es indispensable que los corruptos de ahora
dejen el poder y que la justicia social llegue a todos los sectores como el más
legítimo homenaje a aquellos hombres que soñaron y lucharon por darnos PATRIA.
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